"Tus hijos merecen tu alegría"

La familia feliz (1668)
Jan Havicksz Steen

"Tus hijos merecen tu alegría"

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Con esta frase el padre español Julián de la Morena, responsable del movimiento Comunión y Liberación (CL) para América Latina, abre y cierra sus reflexiones sobre la Exhortación apostólica post-sinodal Amoris Laetitia (19 de marzo de 2016), del Papa Francisco.

“Cuida tu alegría… ese niño merece tu alegría… ruega al Señor que cuide tu alegría para que puedas transmitirla a tu niño” (exhort. apost. Amoris Laetitia, capítulo 5, punto 171)

Son las palabras del papa Francisco que De la Morena resalta durante un encuentro con jóvenes, padres y docentes realizado el lunes 26 de marzo de 2017, en el colegio Santa Caterina da Siena, en la ciudad de Lambaré (Paraguay).

No hay proceso educativo si no hay alguien adulto que les muestre la vivencia de la alegría, puntualiza el clérigo.

Retomando las palabras del papa, el religioso recuerda que “la Iglesia debe acompañar con atención y cuidado a sus hijos más frágiles, marcados por el amor herido y extraviado, dándoles de nuevo confianza y esperanza, como la luz del faro de un puerto o de una antorcha llevada en medio de la gente para iluminar a quienes han perdido el rumbo o se encuentran en medio de la tempestad. No olvidemos que, a menudo, la tarea de la Iglesia se asemeja a la de un hospital de campaña” (exhort. apost. Amoris Laetitia, capítulo 8, punto 291).

No hay proceso educativo si no hay alguien adulto que les muestre la vivencia de la alegría

Estamos ante una gran crisis, ante un hospital de campaña (por los heridos en el amor), por lo que la encíclica papal busca abrazar a todos, agrega De la Morena.

Explica que las ideologías de la sociedad actual muchas veces influyen a que las familias tengan miedo de que sus hijos se encuentren con realidades malas, y se llega a tal punto que las nuevas generaciones tienen temor al futuro, a enfrentar la realidad, a formar familias, entre otros aspectos.

En ese sentido retoma las palabras del papa que sostiene que “necesitamos encontrar las palabras, las motivaciones y los testimonios que nos ayuden a tocar las fibras más íntimas de los jóvenes, allí donde son más capaces de generosidad, de compromiso, de amor e incluso de heroísmo, para invitarles a aceptar con entusiasmo y valentía el desafío del matrimonio” ya que por diversas razones, “como la influencia de las ideologías que desvalorizan el matrimonio y la familia, la experiencia del fracaso de otras parejas a la cual ellos no quieren exponerse, el miedo hacia algo que consideran demasiado grande y sagrado, las oportunidades sociales y las ventajas económicas derivadas de la convivencia, una concepción puramente emocional y romántica del amor, el miedo de perder su libertad e independencia, el rechazo de todo lo que es concebido como institucional y burocrático” lleven al riesgo de “simplificar” el matrimonio, en una “cultura que empuja a muchos jóvenes a no poder formar una familia porque están privados de oportunidades de futuro” (exhort. apost. Amoris Laetitia, capítulo 2, punto 40).

De la Morena señala que el miedo tiene origen en la fragilidad de las relaciones humanas, debilitadas enormemente por la falta de encuentros, por la falta de mirarnos a los ojos.

Jesús y el cristianismo no imponen nada. Proponen una conversión educativa que supone cuatro pasos: acoger, acompañar, discernir e integrar, menciona el sacerdote español siguiendo la pedagogía propuesta por Francisco en la encíclica.

Sostiene que prestar atención a la realidad representa el gran desafío de las familias, ya que los educadores están para educar las conciencias y no para sustituirlas o reemplazarlas.

De la Morena considera que para educar no sirven los buenos colegios, propósitos piadosos o actividades interesantes, sino que educar implica poner al hombre frente a su conciencia, para educarlo y convertirlo en un hombre adulto.

Recuerda que el papa Francisco retoma la metodología ignaciana por la que el hombre es responsable de su propia conciencia a través del seguimiento de un método que permite juzgar, comparar, discernir, verificar y escoger (o elegir), y así, educar a los hombres libres y responsables.

El presbítero de CL apunta también que, empleando el método del sacerdote Luigi Giussani, para decidir es importante juzgar y comparar tomando en cuenta todos los factores de la realidad, ya que no sirve aplicar una receta o un mismo procedimiento a todas las experiencias y por lo que resulta necesario aprender a discernir.

Buscar el bien concretamente

Julián de la Morena también enfatizó sobre la importancia de buscar el bien concretamente y no de modo abstracto. Considera importante saber los centímetros y metros que puedo caminar contigo porque Jesús nos quiere libres.

Si un cristiano no siente a Dios en la propia conciencia, no sabe comunicar, dice, aclarando que se debe ayudar a discernir y juzgar a otros para llegar a la madurez.

Tus hijos necesitan tu alegría, recalcó usando las palabras del papa Francisco, ya que testimoniar la alegría debe ser ejemplo de cómo amar a otros.

Propone que en la educación no hay posibilidad de reglas que puedan anular el atractivo, ya que el que educa y ama es un mendigo y sin atractivo no se ama ni se educa.

De la Morena afirma que este proceso educativo puede durar toda la vida y para cambiar algo en la vida el punto de partida es reconocerse necesitado.

En cuanto a las relaciones entre el hombre y la mujer en los matrimonios, se debe tender a buscar la perfección dentro de los límites humanos mirando toda nuestra vida como una aventura, ya que solo de la mano de Dios se puede ser feliz.

En la educación no hay posibilidad de reglas que puedan anular el atractiva, ya que el que educa y ama es un mendigo y sin atractivo no se ama ni se educa

El otro es un regalo y un don para mi vida. En las relaciones, es distinto mirar a una persona como don que mirarlo como algo mío. Es un regalo que no me pertenece, que entra en mi vida y para esto, es necesario recuperar constantemente la conciencia de ello, comenta el sacerdote de CL.

Manifiesta que se debe amar la realidad porque existe, donde el otro es un bien porque existe. Por tanto, si un regalo que se nos da es valioso, uno tiende a cuidarlo, protegerlo y defenderlo. En eso consiste el trabajo humano, en hacer un camino, ya que lo que llega gratis a mi vida, se debe desarrollar en un camino que sin libertad, uno no llega a madurar. Siguiendo la idea, De la Morena apunta que el amor nos es entregado, pero se construye en un camino en el que, si no hay perdón, no hay maduración.

Incorporar este criterio –dice– implica madurar en la consciencia, mientras que no madurar implica reaccionar instintivamente.

En ese sentido, el sacerdote español concuerda que el papa Francisco ofrece una medicina a la enfermedad, afirmando que la realidad no es una dificultad, sino una oportunidad de hacer un gran camino, pese a las muchas heridas que puedan tener las familias.

Educar en la conciencia

Julián de la Morena revela que la Iglesia confía en el corazón del hombre y su conciencia.

Agrega que la única manera para educar la conciencia es hacer un camino y verificarlo, porque cuando se vive algo se puede comprobar si es verdadero o falso, comparándolo con las exigencias de su corazón. Esta experiencia ¿satisface a mi vida?, plantea el sacerdote como desafío personal para cada uno ante la realidad.

Mi experiencia de educador me dice que es más válido hacer un camino de comparar la realidad con mis propias exigencias humanas, porque educar para aplicar reglas tiene una corta duración. La objetividad viene de esto, no de otras personas, sino de comparar la realidad con las exigencias del corazón, indica el religioso de CL.

Apunta, además, que la ley del hombre está inscripta en la consciencia del hombre y apostar en lo humano es un paso grande, ya que el hombre muchas veces ya ni confía en su propio criterio, en su propio corazón.

Dios no quiere la salvación sin la libertad humana, dice De la Morena parafraseando al poeta y filósofo católico francés Charles Péguy (del libro “El misterio de los santos inocentes”).

El expositor revela que el hombre es educado a la madurez cuando hace un camino de comprobación, ya que sin una experiencia que no pase por la libertad, nada se sostendrá en el tiempo.

Considera que si un educador o padre no ayuda a un hijo, chico, joven o estudiante a madurar, se es incapaz de educar en lo conveniente para sus vidas. La incerteza de las nuevas generaciones es nuestra incerteza. Sin camino no se halla certeza. Con reglas que no se expliquen con razones y no se hacen mías, no sirven, apunta De la Morena.

Sin la libertad no hay nada, por lo que es necesario realizar un trabajo de la conciencia

El sacerdote insiste que sin la libertad no hay nada, por lo que es necesario realizar un trabajo de la consciencia. Por ese motivo, uno busca el bien de modo concreto y no abstractamente, ya que se debe partir de la realidad concreta que poco a poco quiere encaminarse al ideal y por eso, no se parte de lo abstracto, sino de lo concreto.

El responsable de CL en América Latina clarifica que Jesús propone una pedagogía personal de lo posible a través de la pasión por la realidad, por lo concreto, sin partir de lo abstracto. En ese sentido, el camino de lo posible es el camino de lo humano, de lo pedagógico. No hay otro camino que el del paso a paso. Por eso, la pedagogía del papa es altruista.

En contraposición a esto, dice, existen las ideologías que parten de un mundo ideal (abstracto) que hay que implantar, mientras que la pedagogía del papa es una modalidad de lo posible, una modalidad inteligente.

Entonces, lo concreto hace familiar el camino humano, lejos de lo abstracto y de la cultura del éxito que lo destruye todo, al seguir un ideal de éxito que no es real y que la sociedad quiere imponer. Agrega que nadie educa con principios abstractos, porque se aprende a caminar viendo a otros caminando, por lo que no hay que justificarse ni defenderse, ya que partir de una necesidad cambia la vida de uno, partiendo de la realidad. Por eso, la consciencia es un aliado y no un problema, es un método objetivo. Así, un chico que hace preguntas, parte de un método inteligente, porque está despierto ante la provocación, ante la realidad.

Jesús propone una pedagogía personal de lo posible a través de la pasión por la realidad, por lo concreto, sin partir de lo abstracto


Apuntes de las declaraciones de Julián de la Morena, responsable del movimiento Comunión y Liberación (CL) para América Latina, en un encuentro con jóvenes, padres y docentes realizado el lunes 26 de marzo de 2017, en el colegio Santa Caterina da Siena, en la ciudad de Lambaré (Paraguay).

Publicado por

Sergio Andrés Noé Ritter

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