La desconocida abandonada

La desconocida abandonada

Era negra la noche como el agujero de un moñai quemado al mediodía. El gemido se oía como un llanto quejumbroso tan cerca que el lugar parecía un cementerio, aunque era una calle céntrica, justo por donde el ladrón de los sueños entra en su palacio de tesoros ajenos.

Leer más...