Ser o no ser… el buen uso del endeudamiento es la cuestión

El cambista y su mujer (1514)
Quentin Matsys

Ser o no ser… el buen uso del endeudamiento es la cuestión

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Para entender cómo funcionan los países, desde el punto de vista presupuestario, es de mucha utilidad observar cómo funcionan las familias. Veamos el ejemplo de una familia tipo que debe generar sus propios ingresos monetarios para distribuirlos (gastarlos) en una serie de necesidades que son ilimitadas frente a recursos que son escasos por naturaleza. En un ejercicio de priorización (consciente o no) las familias buscan cubrir primero sus necesidades básicas (alimentación, vestimenta y vivienda) para luego cubrir otras necesidades igualmente necesarias y fundamentales para su desarrollo integral (educación, salud y ocio). Ahora bien, dado que los ingresos generados son insuficientes ¿Qué debería hacer esta familia para obtener, por ejemplo, una vivienda propia? Lo más probable es que deba recurrir a un préstamo bancario que le permita distribuir la carga de esa inversión a lo largo del tiempo.

Con los países pasa algo similar, los ingresos tributarios y no tributarios por lo general cubren los gastos corrientes (funcionamiento operativo del Estado), pero son insuficientes para financiar por ejemplo obras de infraestructura que son muy necesarias para el desarrollo económico y social de un país. Al igual que las familias, el gobierno debe salir a buscar financiamiento. Este financiamiento puede ser de origen interno (bonos del tesoro) o bien externo (préstamos de organismos multilaterales o emisión de bonos soberanos).

En economía decimos que existe un _trade-off _cuando nos vemos en la necesidad de sacrificar algo bueno a cambio de otra opción igualmente buena y necesaria. Esto ocurre cuando un país busca tener un bajo nivel de deuda que lo permita estar protegido contra shocks negativos pero también requiere contar con un nivel adecuado de financiamiento para cubrir necesidades de inversión en obras públicas y dotar de infraestructura en materia de salud y educación.

Al respecto, la literatura económica sugiere que es preferible financiar la inversión pública mediante el endeudamiento a tasas razonables antes que cargar al contribuyente con más impuestos. Dado que los beneficios de las grandes obras de infraestructura no solo lo disfrutará la generación presente sino también la generación futura, es razonable que el costo de la misma se distribuya también en el tiempo.

En el caso de Paraguay, aproximadamente el 75 % de la deuda pública es externa. Las nuevas emisiones de bonos soberanos se destinan para inversiones en infraestructura (carreteras, viaductos, empedrados, puentes, viviendas, equipos de salud y laboratorio) y para la amortización de la deuda externa.

Estudios elaborados por el FMI dan cuenta que los límites máximos de la deuda pueden ser muy variables entre los países pero que oscilan entre el 40 y el 70 por ciento del PIB. Pero, veamos cómo está nuestra región y sobre todo nuestro país con este límite máximo de endeudamiento. Los datos al mes de octubre de 2016 del World Economic Outlook (WEO) del FMI indican que mientras el promedio de la deuda/PIB de América Latina y el Caribe (ALC) es del 57,5%, el de Paraguay se encuentra en torno al 25% del PIB. Este ratio está muy debajo del promedio regional y es inferior a sus socios comerciales del MERCOSUR: Brasil (78%), Argentina (52%) y Uruguay (64%). En definitiva, de los 32 países de ALC, solo Chile (20%) y Guatemala (24%) presentan ratios inferiores de deuda/PIB que Paraguay.

Deuda vs. PIB {.main_image}

En conclusión podemos decir que el endeudamiento es necesario para un país como el nuestro con una brecha importante en infraestructura, que lo importante es el buen uso que se le dé al mismo, que la inversión permita crear empleo y oportunidades para todos y que sobre todo la estrategia de la deuda sea siempre compatible con las metas fiscales y el entorno macroeconómico a fin de asegurar su sostenibilidad.

Publicado por

Roberto Esen Mernes Rabl

Economista y Especialista en Macroeconomía Aplicada por la Pontificia Universidad Católica de Chile

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