Cuerpos que laten en el presente

Lucky Ehi

Cuerpos que laten en el presente

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¿Qué hace el cuerpo de un emigrante desnudo en lugar de la imagen de Cristo sobre la reproducción de la Piedad juvenil de Michelangelo? ¿Puede ser considerada la obra central de una exposición de arte?

La respuesta es sí y se puede visitar actualmente en la ciudad de Milán, Italia, en la galería de arte contemporáneo Poggiali, una galería toscana que abre su sucursal también en la capital de la moda y el design de Italia del norte. Esto significa que, independientemente de las preocupaciones diarias y del frenético consumismo, la gente necesita siempre del arte, en particular de un arte que provoque, que haga reflexionar justamente a través de lo mas primitivo, simple y energético que tenemos: nuestro cuerpo.

Venus Itálica por Fabio Viale {.main_image}

Venus Itálica(2016)
Fabio Viale

Esta escultura de La Piedad es obviamente una reproducción de la famosa obra de Michelangelo por mano del artista italiano Fabio Viale y la muestra en cuestión se llama Lucky Ehi, nombre de un joven refugiado de religión cristiana, obligado a dejar su Nigeria natal por las persecuciones religiosas. Fabio Viale es un artista joven que trabaja el mármol de Carrara (el mismo que usaba Michelangelo Buonarruoti para sus famosas esculturas, como por ejemplo el David) y conocido por sus reproducciones de esculturas clásicas que reviven en la contemporaneidad a través del lenguaje del tatuaje como la Venus Itálica. Fabio Viale entonces realiza una reinterpretación contemporánea del clásico a través del lenguaje del cuerpo aplicando a sus esculturas los símbolos de los tatuajes actuales.

El arte en general siempre está relacionada con su presente; es una ventana abierta hacia el mundo, es experimentación, y siempre lucha contra la sombra de las críticas. Esto a pesar de saber que los grandes artistas o movimientos nacieron casi siempre bajo el auge de las polémicas, como fue el caso del impresionismo a finales de 1.800 o el cubismo al inicios de 1.900 (solo por citar algunos). Como bien escribía el gran historiador del arte Sir Ernst Gombrich:

La historia de los artistas solo podría ser contada cuando tras un cierto periodo se ha hecho evidente la influencia de sus obras sobre otros artistas.

Entonces podríamos preguntarnos desde cuando el cuerpo humano, real, en carne y hueso como el de Lucky, ha entrado en el panorama mundial como instrumento legitimo de expresión artística, aunque muchas veces contestado o mal interpretado. La génesis del cuerpo vivo (o sea no reproducido) como protagonista latente y presente del arte tiene su inicio con el aparecer del movimiento artístico conocido como Performance Art [acción artística] en los años 70 del siglo pasado, y en particular nos conduce a una figura clave, hoy día considerada la abuela del performance art, la artista serbia Marina Abramović. Para entender qué significa hacer performance art es conveniente empezar a conocer una de sus presentaciones más famosas llamada The artist is present [La artista está presente] y realizada en una sala del MoMa de New York.

The artist is present por Marina Abramović {.main_image}

The artist is present

¿Cuál mayor legitimación para una performance artist que poder trabajar dentro de la sala de uno de los museos más famosos del mundo? ¿Pero haciendo qué? ¿Y cómo explicar la performance art?

Una performance, como explica muy bien Marina Abramović, es una construcción mental y espacial entre el artista y el espectador. Performance no es teatro porque todo se vuelve presencia real como el cuerpo, la respiración, la sangre, el sudor, el llanto o la sonrisa del artista frente a su público. Es por eso que en The artist is present, donde la artista se quedaba sentada por horas frente a un público que solo debía sostener la mirada con ella en una conversación corporal hecha de miradas, pasó a la historia como el volver del Arte a una comunicación directa entre el artista y el público sin necesidad de tantas interpretaciones.

Las señoritas de Avignon por Pablo Picasso {.main_image}

Las señoritas de Avignon (1907)
Pablo Picasso

Desde siempre el arte tuvo un propósito comunicativo, pero con la performance art se hace presente como gritando a través de la fuerza expresiva del cuerpo del artista que bien transmite sus emociones, miedos y rencores, así como los experimenta cada uno de nosotros. No debemos olvidar que esta fuerza revolucionaria del cuerpo como medio de expresión artística que llega a su culminación con la performance art ya había empezado a inicios del 1.900 con pinturas como Las señoritas de Avignon (1.907, MoMa) de Pablo Picasso, rechazando la reproducción clásica, ideal y perfecta del cuerpo femenino y proponiendo 5 cuerpos de mujeres como desfiguradas, cuyos cuerpos desnudos y primitivos toman protagonismo a través de la cruda geometría de las formas y de colores opacos.

Un poco más tarde también la mexicana Frida Kahlo puso su cuerpo como protagonista de sus pinturas, rechazando ser considerada una representante del surrealismo y afirmando que ella solo trataba de pintar el sufrimiento real de su cuerpo proyectado en un ambiente onírico.

La columa rota por Frida Kahlo {.main_image}

La columna rota (1944)
Frida Kahlo

El cuerpo humano que late hasta hoy día con sus miedos y preocupaciones sigue siendo uno de los lugares esenciales para lograr comprender y expresar el rol que ocupa el hombre en el universo. Hay una hermosa carta del Papa San Juan Pablo II a los artistas que amo utilizar para introducir mis clases de historia del arte a los jóvenes y que demuestra cómo los artistas deberían ser conscientes del poder generador de significados que pueden lograr tener sus obras:

Nadie mejor que vosotros, artistas, geniales constructores de belleza, puede intuir algo del pathos con el que Dios, en el alba de la creación, contempló la obra de sus manos. Un eco de aquel sentimiento se ha reflejado infinitas veces en la mirada con que vosotros, al igual que los artistas de todos los tiempos, atraídos por el asombro del ancestral poder de los sonidos y de las palabras, de los colores y de las formas, habéis admirado la obra de vuestra inspiración, descubriendo en ella como la resonancia de aquel misterio de la creación a la que Dios, único creador de todas las cosas, ha querido en cierto modo asociarlos.

Terminamos con una reflexión en defensa del arte contemporáneo actual, entre cuyas manifestaciones a veces se hace difícil encontrar el Arte con A mayúscula, arte que tiene la capacidad de conducirnos a probar sentimientos y pensamientos que nos remiten al mas allá, porque como decía Damien Hirst:

El arte es verdadero si a través de su manifestación se entiende algo que antes no habíamos entendido.

Así que miremos sin prejuicios el cuerpo vivo de Lucky Ehi de la obra de Fabio Viale porque nos puede ayudar a entender mejor no solo el arte del presente sino también a nosotros mismos y el mundo que estamos viviendo.

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Patrizia Sabatino

Licenciada en Letras con especialización en Historia del Arte por la Universidad de Florencia (Italia), Magister en Planificación avanzada en promoción de la lengua y cultura italiana por la Universidad Ca Foscari de Venezia (Italia). Especialista en metodología CLIL (Content and Language Integrated Learning) integrando la enseñanza de la historia del arte con la didáctica del idioma italiano como lengua extranjera. Ha trabajado como docente de historia del arte en la Licenciatura de Música de la UNA y en la Facultad de Diseño y Arquitectura de la Universidad UPAP. Se ha desempeñado como directora académica del Instituto Dante Alighieri de Asunción y responsable del Examen de certificación internacional de italiano PLIDA. Desde hace 9 años trabaja en el Colegio Santa Caterina da Siena en diferentes áreas. Ha estudiado Teatro Danza en Italia con la profesora Paola Corsi en el Estudio Elibè/Teatro di Behemot de Florencia, ideadora del método "Movimentolistico”.

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